Es necesario hacer un esfuerzo por revalorizar muchas de las profesiones en el sector, porque hoy no se quiere hacer de camarero, camarera de pisos, transferista…, y son estos profesionales la primera imagen personal de un
destino, de un hotel, …, son los que tienen miles de veces al día contacto con los clientes, y cada contacto tiene que ser único y personalizado.
Otro desafío en el sector es contar con líderes que asuman plenamente su responsabilidad en la gestión de los recursos humanos. Los mandos intermedios, subgobernantas, jefes de partida, jefes de sector, …, son profesionales que
se han promocionado porque han destacado como camareras, camareros, cocineros,…, pero carecen de conocimientos en la gestión de personas.
Además, hay puestos de trabajo de liderazgo del sector turístico que no llevan asociado el prestigio y atractivo que merecen como el de la gobernanta de hotel, puesto que requiere una gran capacidad de organización, de gestión
y de optimización de recursos y es una persona fundamental para la satisfacción del cliente.
La formación en un elemento fundamental, no solo para la competitividad de las empresas y del sector, sino también para el desarrollo personal y profesional de los colaboradores, sensibilizándolos y concienciándolos, de la importancia
del turismo, y que son las personas, los profesionales y la sociedad en general, los que con su actitud, generan, verdaderamente, experiencias satisfactorias e inolvidables en nuestros visitantes.